lunes, 22 de agosto de 2011

23 de agosto; 05:08

Hace tres minutos que acabo de pedirle un deseo al reloj.


Comencemos por recordar, que estoy a 511 de casa, sin echar mucho de menos.
Conduces un coche nuevo, aqui hablo mucho de ti, me siento orgullosa, ¿qué hija lleva a su madre de fondo de pantalla en el móvil?

Es increible.

De mayor quiero ser casi como tu, ese afan de superación, esos buenos consejos, esa forma de moverte, de caminar, esos nervios cuando cocinas, esa cara de susto cuando algo va mal, esa sonrisa de princesa, esos conocimiento de lo sobrenatural, esos nombre técnicos propios de tu jerga, esas canciones, esos cuentos leidos que me enseñaron a leer, esas esperanzas que pones, esa confianza, esa manera de hablar con la mirada, de romper un un suspiro, esa mania de comerte cien regalices y de pedirme que los esconda ...
Esas excursiones didácticas, ese amor por la fotografía, las lágrimas que derramas cuando toco esa canción.

Eres la persona más grande y más pequeña
Muñeca, voy a llamarte yo ahora.