Lo importante es saber qué es lo importante.
Hoy me e preguntado si cada paso, cada beso, cada caricia, cada sonrisa, cada nota al piano, cada palabra ... pero sobretodo cada llanto han tenido algún sentido. Me he dado cuenta de que lo importante no es buscar el sentido a las cosas, sino la importancia que estas tienen o la que tu les das.
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Yo, ultimamente creo en las señales, no me parece normal bajarme del autobús a las 8 menos cuarto de la mañana y ver un pato en un tejado, y no en un tejado cualquiera, sino en el tejado del colegio, si, de ese colegio en el que pasaste quizá los momentos más felices y libres de preocupaciones de tu vida. Luego, vas hablando sola por la calle y le preguntas al viento si te va a salir bien un examen y un pájaro te contesta, quizá me esté volviendo loca.
Miras la hora, tirada en el césped de un parque, las 21:21; pides un deseo y al rato caes en una cosa que no habías pensado. Vas a estudiar a una biblioteca, para no distraerte en casa, para decirle adiós a las preocupaciones y el chico que tienes en frente, se quita la sudadera y debajo de ella lees en su camiseta: "Lo importante es saber qué es lo importante" y te tiras toda la tarde reflexionando sobre esa frase maldita y dejas las raices cuadradas, los radicales y todas esas cosas a un lado para hacer de tu cabeza toda una clase de filosofía...
En conclusión, como hacía Juan Ramón Jiménez en sus primeras poesías resaltemos lo hermoso de la vida, que a fin de cuentas es lo que perdura, porque recuerda : "Las cosas
buenas nunca cambian".
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