martes, 27 de noviembre de 2012

e+1

Cambio salir por las noches haciendo un par de rotos, cambio los besos por tus besos, cambio dormir por mirarte mientras duermes, cambio el chocolate por una noche contigo haciendo el amor, no cambio mis manías, mis mil cosquillas y sigueS ahí , como el primer día. Cambio un poco para darte otro poco, para quedarme un poquito, para seguir siendo yo.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Una buena historia para empezar un día 11. Juliett a él.

Se ha puesto por casualidad una canción, los ojos se me han llenado de lágrimas. A penas veo lo que escribo, pero no necesito ni tan siquiera pensarlo, se muy bien lo que pasa por mi mente, por muy hecho una madeja que esté.
Me pasas tú, gañán, estúpido, arrogante, enfermo. ME PASAS TÚ.

Me pasas por las mejillas cayendo a borbotones todos los días.
Me pasas por mi mente como un idiota, en sueños, haciendo lo que en realidad no haces.
No se a ti que demonios se te pasará por esa cabeza que corrompe un cuerpo delicado, que le quitó a la princesa su sonrisa de la boca de fresa.
Qué hiciste en mi, que ahora cuento los te quieros y derrocho lágrimas.
Qué pasó...
Me acuerdo de las mentiras que me decías para que pensara que el mundo era ideal, que en las corridas no morían toros y que la sangre no llegaba al río.
Pero ahora mientes contra mi cuerpo, contra mí, contra las millones de sonrisas que te he lanzado, contra esas manos que te tapaban los pies mientras dormias...
Esas manos al piano, que vas a tardar mucho en volver a escuchar.
Me sentí por un momento fuerte, me sentí a salvo, me sentí correcta.
Pero ahora mi cabeza no sabe salir.
Salir de este querer y odiar al mismo tiempo, de una historia de amor en familia.
Yo no quiero príncipes azules que vengan a decirme lo bonita que estoy, quiero que me digas cuánto he crecido, no quiero que me abracen por la espalda, quiero un beso de buenas noches...
Quiero imaginar que todo esto es normal, que nunca ha pasado, que nunca has sido como eres, que mi cuerpo y mis ojos borren ese dolor porque la roca, yo, mi roca, es la arena más fina que jamás hayas visto.
Soy una playa, soy una loca buscando entre las rocas unas gafas de sol que se ha llevado la marea... Me da igual que suba, que siga subiendo... Me da igual que me lleve la marea, al fondo del mar con esas gafas.
A veces, quiero presentarme, en tu puerta con mi nueva sonrisa o mandarte una foto, por correo.
A veces quiero mirarte por un agujerito para ver si me echas de menos, si lloras por las noches recordando mi olor.
Yo el tuyo lo recuerdo, tabaco, güivenchi y hombre, puro hombre, a ti. A humo.
Me recordarás a mi con la boca envenenada diciéndote todos mis reproches, tantos.
Cada palabra la he pagado con cien lágrimas, pero tú...
No vienes a buscarme, no me espera un coche a la salida de música y las calles son frías, para una cría...
Y llueve y las aceras están mojadas, ando deprisa, cada día más y en mi cabeza se pasean notas, solo notas.
Un buen mecanismo para engañar a una cabeza dura como la mía.
No tendrás a nadie en el mundo que te quiera como yo, y lo tuviste, lo perdiste, me tuviste a mi y me echaste a patadas.
Hasta pronto:
- Hasta que enfermes.
- Hasta que me case.
- Hasta que enferme.
- Hasta que el perdón se digne a salir por esa boca.

Paula.