lunes, 16 de enero de 2012

Pues un día de lluvia.

Y me pongo hoy a hablar con el pasado, a preguntarle cosas sobre mí, a decirle qué es lo que hago mal y que hago bien y no me contesta. Solo hablamos alocados de los números, del tiempo que pasa, de la vida, de que todo sigue igual o eso se dice siempre que no queremos contar algo. Y me pides explicaciones sobre algo del presente y me limito a sonreir y a pensar en silencio lo que me gustaría decirte sin hablar, porque se que podrías entenderme con una mirada. Y dios mio, ahora que lo pienso te he pintado como pasado, el subconsciente es traicionero, te veo entonces como una página de mi diario pasada, no arrancada, plastificada incluso, para que no se pierda nunca, para que no te pierdas nunca... Luego hay parte en "stand by" que no se sabe si vienen, si van, si te quieren, si te odian, si van a volver, si nunca regresarán.... Y es que esta vida a veces, o casi siempre está llena de lucecitas rojas por todos los lados esperando a que las desconectemos de nuestra vida o a que pulsemos un botón y reaparezcan, el problema, como siempre, es que no sabemos si tirar del cable o darle a un maldito botón.
Me gustaría por una vez ver el futuro y mirar dentro de cinco, seis o tres meses... a ver cómo está todo. Dónde estamos nosotros, si el mundo sigue en pie o se han cumplido todas las profecias.
Yo ahora me conformo con mirarte y saber que lo que siento es de verdad y seguir hacia arriba, como siempre. Inventando planes de futuro y contando ilusiones con la mejor amiga.
Hoy, de momento, sin irnos muy lejos sin hablar de futuro, de presente o de pasado, sin hablar de sucesos posibles.... ha caido un buen chaparrón, que falta hacía, porque aquí este invierno, la sequía se apodera de nuestros pulmones como un chico de ojos verdes se apodera del corazón de una pobre adolescente.
Todo está bien en general.
Paula.

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