martes, 14 de febrero de 2012

Ahora sí.

Lo que daría por una hora contigo.
Un abrazo, una buena charla y unos cuantos consejos.
Me has faltado siempre.
Me faltas tú.
Se que sería otro tipo de persona contigo, en la tierra. Pisando un mundo firme de la mano.
Pero estás allí o aquí a saber dónde.
Yo desde luego estoy aqui.
Imaginando a diario qué harías tú, defendiendo tus ideas, que quizá ahora veas estúpidas o sigas defendiendo la sangre dorada por encima de tu cuerpo ahora inmortal.
Son miles la ocasiones, los textos en latín que me hubiera gustado que me enseñaras a analizar.
Las cosas del mundo, las verdades, tus historias, tus cartas de amor.
Verte darle un beso a la rosa que nunca marchita, ver cómo sería el mundo si siguieras en él de otro modo.
Al revés sería, daría mucho por verlo.
Hay miles de abuelos. Están los marchosos, los callados, los que te compran regalos, los que te dan dinero, los que te hablan de guerra, los que te admiran...
Luego estás tú.
Yo no se cómo serías conmigo, pero lo he imaginado tantas veces que casi con certeza lo sé.
Sería menos estúpida, más inteligente, más española, más sabelotodo, más humilde, más feliz.
Sería tantas cosas, sería todo tan distinto, tan dficil de imaginar, serías tú.
Sería una sonrisa en mi cara.
Sería inimaginable lo que daría por volver al pasado, por hablarte de mí, que me dieras un consejo para vivir, pero casi se cuál sería, casi me imagino cómo sería tu piel, tu cuerpo, tus ojos tu boca. Lo que no me imagino es tu voz, ese será mi regalo, mi regalo cuando sea como tú.
Quiero guardarlo bien, no tengo prisa.
Lo que nose es si podría, si podría verte y volver al mundo sin ti. Seguir mi vida sabiendo que no estás, sabiendo que sigues en otra maldita dimensión, sabiendo que no hago las cosas bien y no estás aqui para decirmelo. Imaginando que me quieres, que me observas, que me escuchas al piano, dedicándote mis conciertos antes de empezar.
Se que estes donde estés estarás haciendo una buena labor, desde luego, eres tan grande que no podías estar entre mortales. Tenías que cuidar del mundo desde otra perspectiva, tenías que cuidar de mi, de nosotros.
Hacernos un poco más fuertes y que tu nieta viviera imaginando, como siempre, desarrollando una parte tan importante del cerebro.
Por ti y para ti.
"Para que todas tus horas las pases en mí"
Espero heredar la mitad de tu ser y componer el resto, paulatinamente con mis estupideces.
Te quiero.
Paula

No hay comentarios:

Publicar un comentario