domingo, 19 de febrero de 2012

E+1

Apoyada, sobre su pecho.
Torso desnudo, desnudos.
Comiéndonos a besos.
Sus dedos recorren los largos mechones de mi pelo.
Riéndonos, con cara de locos.
Hablando del pasado, acercándolo al presente para hacernos creer que formamos aun más parte de nuestras cortas vidas.
El uno y el otro.
Escucho su corazón, está sereno. Porque después de la tempestad siempre viene la calma.
Ahora somos calma aunque nos muramos por dentro y la risa sea casi como una forma de respirar para nosotros.
Somos nosotros.
Le quiero, incondicionalmente.



Paula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario